miércoles, 12 de mayo de 2010

LA CEREMONIA DEL 5 DE MAYO POR EL PROFESOR EDUARDO

La ceremonia del Profesor Eduardo, junto con sus alumno, hablo sobre el cinco de mayo, realizando una lectura grupal de la Epopeya del cinco de mayo  

Aquí la lectura dicha



EPOPEYA DEL 5 DE MAYO


Una luz más en la grandeza de México, lo es el denodado general Ignacio Zaragoza que conquistara la victoria republicana en 1862.
Debido a la Guerra de Tres Años, México se encontraba en penosa situación económica, por lo que el presidente Juárez se vio obligado a lanzar un decreto suspendido por dos años el pago de la deuda externa con España, Francia e Inglaterra.
La reacción de estos países afectados, fue mandar una expedición militar en contra de nuestro territorio, para apoderarse de las aduanas, reunir los impuestos y pagarse lo que se les debía.
En diciembre desembarcaron en Veracruz las tropas extranjeras para evitar más contratiempos, Juárez anuló el decreto mencionado. A efecto de solucionar esta situación comisionó a don Manuel Doblado, obtenido este acuerdo las tropas inglesas y españolas se regresaron a su país. El inconforme fue el representante francés cuyas miras eran las ambiciones para establecer en América un imperio latino.
Por lo tanto, se encaminaron a Puebla, pero Zaragoza ideólogo de la guerra, esboza un plan perfecto que deben realizar sus ejércitos en contra de los interversionistas.
Los cerros de Loreto y Guadalupe son los heroicos  testigos que presenciaron esta apoteótico lucha.
Zaragoza, General en jefe del Ejército de Oriente, organiza la lucha con pericia y táctica; observa la situación con agudeza; analiza inteligentemente los detalles; ordena con perspicaz acierto la ejecución del combate y exclama alentadoras palabras a todos.
Allí estaban los batallones de Puebla, Oaxaca, Morelia, Querétaro, San Luis Potosí, Toluca, Veracruz y México formando el cuadro representativo de la Nación, camino a la victoria o a la derrota.
Pero en todos palpitaba el fortalecimiento espiritual, para batirse con furia sobre el enemigo que en superioridad numérica, les arrebataría el triunfo.
Mas el coraje de esta raza nuestra, demostró una vez más que en su sangre fluía profundamente el valor ancestral, el cual aunado al cariño nacional servían de faros para no dejar profanar la Patria.
Así ganaron la epopeya del 5 de Mayo, dando todo su corazón por los suyos y por la Bandera de México.

Aquí algunas imágenes.






HASTA  PRONTO

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